Yo

Tengo mil virtudes pero he perdido la cuenta de mis defectos. Soy orgullosa, cabezota, y lo que yo digo es lo que hay. Romantica hasta la medula, sentimental, lloro por nada y rio sin parar. Soy de extremos o blanco o negro, o odio o amo. No soporto la falsedad, la envidia y mucho menos los engaños. Soy ilusa, hasta mas no poder. Me fio de quien no debo. Confio en casi todo el mundo, hasta que me hacen daño. Necesito el amor, no puedo vivir sin el, pero mas necesito la amistad. Digo lo que pienso, sin callarme absolutamente nada. Me guardo cosas que siento hasta no poder mas y es ahí cuando exploto. Llego a entregarme tanto a una persona que termino siempre intentando olvidarla. Tengo muchos sueños. Quiero viajar, conocer mundo, crear mi familia, casarme con un vestido blanco, y ser feliz con ese principe con el que siempre he soñado. Soy cursi, pero solo lo justo. Pienso que la vida esta para disfrutarla aunque tenga mil obstaculos. Tengo adiccion al chocolate. Estoy obsesionada con mi pelo. Soy feliz pase lo que pase, aunque a veces me lo tenga que repetir mil veces. Soy "rubia", si, pero de tonta no tengo ni un pelo. Simplemente soy asi, te guste o no

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i'G♥

Enamorada de la fotografía

" Un fotógrafo debe poseer y conservar las facultadas receptivas de un niño que mira el mundo por primera vez "
Bill Brandt

Filosofar, filosofar y filosofar


RESUMEN DE NIETZSCHE
Según Nietzsche la civilización occidental es socrático-platónica-cristiana. Está asentada sobre la metafísica socrático-platónica y sobre el cristianismo y la moral que éste engendra.
Si algo caracteriza, por tanto, a la civilización (tradición) occidental es que ha trastocado la vida, es hostil a ella, la odia.
La crítica de Nietzsche a la tradición occidental se dirige fundamentalmente en tres frentes:
1. La crítica a la metafísica socrático-platónica: La metafísica tradicional se asienta sobre un error: considerar que los valores de las cosas no están en ellas (en la vida) sino en un mundo ultraterreno de esencias.
2. La crítica al cristianismo: El otro gran pilar de la civilización occidental es la afirmación de la existencia de Dios. Y ésta se ha concretado en Occidente en el cristianismo. Nietzsche piensa que el concepto de Dios ha sido hasta ahora la objeción mayor contra la existencia. Con Dios se declara la guerra a la vida, a la naturaleza y a la voluntad de vivir. Dios es la fórmula de toda calumnia contra este mundo y de toda mentira respecto al más allá.
3. La crítica a la moral occidental: El fruto más granado de la metafísica socrático-platónica y del cristianismo es lo que Nietzsche denominará la moral de los esclavos. La moral de los esclavos es la moral del rebaño, la negadora de la vida. Hay que transmutar la moral y los valores que defiende para que nazca un nuevo tipo de hombre. Hace falta ir más allá del bien y del mal. Crear unos nuevos valores y una nueva moral en la que la vida sea el valor fundamental.

Tres son las ideas de su propuesta. Ideas íntimamente relacionadas entre sí y que no pueden entenderse aisladamente; aunque a la hora de explicarlas tengamos que separarlas:
1. La voluntad de poder: El nihilismo (activo) nos lleva a patentizar la auténtica realidad del mundo y de la vida. El devenir constante, la afirmación de la vida. A esto llama Nietzsche voluntad de poder. Es, al fin y al cabo, la expresión de la instintividad de la vida; la vuelta a las actitudes dionisíacas. Instintividad que se expresa en el fondo del individuo como superación continua de sí mismo y que se manifiesta en cada una de sus máscaras como egoísmo, como voluntad de ser señor.
2. El eterno retorno: Si la vida, que es puramente material, terrestre, se reduce a voluntad de poder, y ésta no es más que la primacía del instinto, se comprende que todo se mida en clave de placer y que las ansias de inmortalidad que tiene todo ser humano en su interior, y que Nietzsche percibía con angustiosa exigencia, se vislumbren también en el placer.
3. El superhombre: Nietzsche reclama una realidad guiada por un hombre "irracional": voluntad de poder. Un hombre en el que se hayan superado todos los errores de Occidente. Un hombre sin Dios. Un hombre que asuma la vida en toda su fuerza. Un hombre que ame la vida, que sea pura instintividad. Por eso este nuevo modelo humano está más allá del hombre occidental y sólo será posible cuando la civilización que está por venir se haga real.

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